Octava jornada de confinamiento. En el cielo, nubes algodonadas se entrelazan sin descanso, como una danza interminable esperando el momento oportuno de lanzar toda su posesión. Acabo de hacer mi habitual tabla de gimnasia y he decidido, a partir de hoy, comenzar la caminata del anciano, sin serlo. Es decir, caminar …
Ocurrió hace tan solo unos días. Presentaba mi novela “Veinticinco años después de una muerte”
Estoy en Nueva York. En el distrito financiero, muy cerca de Wall Street. Concretamente en la habitación 1904 de la planta decimonovena del hotel Four Points by Sheraton. Llegué ayer por la noche tras un largo viaje, deseando dormir para alejar el cansancio. Acabo de tomar una ducha y me dispongo a dar cuenta del …
Acostumbro a caminar unos diez o doce kilómetros diarios,
Algunas personas creen que la jubilación está vituperada.
Al regresar de cada viaje, da igual el motivo de éste, me siento frente a mi pecera de fondo azul